Los desafíos sociales y ambientales requieren más que buenas intenciones: necesitan proyectos diseñados con eficiencia. Mientras los ODS avanzan con dificultad, la demanda de profesionales capaces de gestionar soluciones efectivas crece en gobiernos, empresas y organizaciones. Esto se da porque sin un saber-hacer específico, estas iniciativas necesarias quedan en promesas sin impacto real. La formación especializada en impacto social es la clave para transformar ideas en acciones concretas, escalar resultados y asegurar que cada proyecto genere un cambio profundo y sostenible.